La anestesia general para los niños en el dentista

A veces un niño tiene que ser inconsciente para que el dentista para completar con seguridad el tratamiento dental necesario. La anestesia general pone un niño en un sueño profundo. Él o ella es incapaz de sentir dolor o para moverse. Este es el mismo tipo de sueño que un niño tendría para la extracción de las amígdalas o la colocación de tubos de ventilación. La anestesia general se realiza en un hospital. Su hijo se irá a casa el mismo día.

Su dentista puede recomendar anestesia general si su hijo:

No se puede relajarse o calmarse lo suficiente para que el tratamiento se lleva a cabo de forma segura, incluso con sedación consciente y otras técnicas de manejo de conducta
Necesita cirugía oral u otro tratamiento dental que sería difícil para el niño tolere mientras está despierto
Necesita un montón de trabajo dental que mejor se puede hacer en una larga cita
Tiene una discapacidad que limita su capacidad para entender las instrucciones y ser tratados de manera segura en el consultorio dental
La anestesia general conlleva cierto riesgo. Su dentista debe discutir los riesgos y beneficios con usted y explicar por qué podría ser adecuado para su hijo.

La anestesia general para procedimientos dentales puede ser proporcionado por cualquiera de los siguientes:

Anestesiólogo
Anestesiólogo dental
Cirujano oral y maxilofacial
Estos profesionales están capacitados para entregar los medicamentos y vigilar al niño durante el procedimiento. También saben cómo manejar cualquier problema que pueda ocurrir.

Su hijo necesitará un examen físico antes de recibir la anestesia general. Este examen se asegurará de que él o ella no tiene ninguna condición que pueda interferir con o resultar afectados por la anestesia. Si su hijo está enfermo en el día de la intervención programada, llame para ver si la cita debe ser reprogramado.

En el día de la cita:

Siga las instrucciones del médico si puede comer y beber antes y después del procedimiento.
Discutir brevemente el procedimiento con su hijo. Utilice términos simples que él o ella puede entender. Hable con su hijo acerca de la visita al hospital y el tratamiento de varios días antes de la cita. Esto le dará al niño tiempo para pensar en ello y hacer preguntas.
Deje que su hijo descanse tranquilamente en casa después del procedimiento. Él o ella probablemente estará listo para reanudar su horario normal el día siguiente.